lunes, 2 de febrero de 2009

Tiempo de reposo

El jueves pasado fui al médico para que me diera el resultado de la resonancia magnética que me hicieron en la espalda. Me dijo que tenía “un edema óseo en la zona dorsal… y micro fracturas trabeculares…” esto se traduce en rupturas internas en algunas vertebras y como tratamiento un corset, sesiones de rehabilitación, un poco de natación y un mes más de reposo en casa haciendo vida tranquila. En ese momento mi cara mostraba cierta sorpresa porque no puedo negar que era más de lo que me imaginaba; sin embargo, el médico intervino rápidamente y me dijo muy claro que “esto no es nada para lo que pudo ser… ha tenido un golpe muy fuerte y afortunadamente la medula espinal esta intacta y eso es lo más importante… todo lo demás es reversible si sigue el tratamiento”.

Las cosas pasan y no sabemos por qué, pero pasan… y “Dios escribe recto sobre renglones torcidos” -dice con frecuencia mi papá.

Cuando los planes se nos cambian por fuerzas mayores rápidamente nos vienen a la mente las preguntas de ¿por qué?, ¿por qué esto?, ¿por qué ahora?, ¿por qué a mí? Y creo que estas preguntas no nos ayudan a avanzar, nos desgastan, porque más bien nos estacan en sentimientos que nos restan fuerza para ver hacia adelante y buscar alternativas positivas, porque al fin y cabo ¿por qué no a mi? -¿qué me hace inmune?- cuando a mi alrededor pasan tantas cosas y no hace falta que mire muy lejos…

La diferencia está en cómo enfoque lo que me pasa. Creo que la pregunta que más ayuda es ¿para qué? unido al deseo de descubrir las señales que nos van indicando cuál es la voluntad de Dios.

Un mes más en la casa –si les soy sincera- se me hace eterno, pero por otro lado soy consciente que si quiero se puede convertir en una oportunidad, en un tiempo para reflexionar, hacer un alto en el camino y dedicarle tiempo a todas esas cosas que siempre quiero hacer y nunca puedo. Tiempo para caminar más despacio y dejar de lado las prisas que siempre me acompañan, tiempo para mirar hacia adentro y reconocer lo que está bien y lo que no, tiempo para querer, amar y para dar gracias minuto a minuto por toda esa gente maravillosa que me acompaña, que son verdaderos regalos de Dios.

Cuando los planes se nos cambian, podemos llorar infinitamente, quejarnos minuto a minuto y sentirnos muy desdichados porque el mundo entero tiene un complot contra nosotros; o por el contrario armarnos de fuerza, secarnos las lágrimas, mirar hacia adelante, tener confianza de que esto es un regalo –a pesar de que no lo veamos claramente-, aferrarnos a la oración y hacer todo lo que esté en nuestras manos para convertir lo que nos pase en una oportunidad de vida, crecimiento y amor; que se convierta en un bien para otros. Me ayuda profundamente el saber que no estoy sola, que hay Alguien que me acompaña incondicionalmente con un amor infinito, que ríe si río y sufre si sufro; y que manifiesta su amor milagrosamente a través de miles de personas que se convierten en maravillosos instrumentos.

No sé si los aburro o si me pierdo buscando palabras, ojala y entre líneas les pueda hacer llegar mi mensaje, que al fin y al cabo es mi motivación última al escribir en este blog. Estoy haciendo todo lo posible por vencer el muro que da la vergüenza de preguntarme si tiene sentido y si realmente logro trasmitir lo que quiero. Prometo seguirlo intentando.

Pido una oración para que mi amiga “la paciencia” me acompañe de una manera inseparable en este periodo, y que yo pueda ver más allá y descubrir con ganas lo que hay detrás de este “tiempo de reposo”.

¡Gracias por escucharme!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué grande eres!! Me encanta que escribas este blog y que hayas cogido ritmo publicando post´s
TQM

Gonzalo.

Anónimo dijo...

Adri, que belleza!!! Maxim esta en shock de lo lindo que escibes y yo igual....de verdad que no sirve a todos, asi que olvidate de "verguerza" y no pares de compartir...Un abrazo (sin coditos, of course). Orit

Anónimo dijo...

Nunca parar!..... esa era la fórmula de mi padre, el siendo piloto aviador, quedó paralitico por fractura medular a los 39 años, a consecuencia de un accidente en helicoptero. Siempre me llamó la atención su fortaleza y amor a la vida, misma que dejó a los 62 años, esa fortaleza es la que busco en mi genética cuando siento que el mundo me apabulla, cuando creo que mi problema es insuperable y me agobia. Así que mi niña, tu tienes esa bendita oportunidad, ese paquete de fortaleza que te acompaña en estos momentos dificiles de paciencia..... échale muchas ganas Adri!!, y no olvides que te queremos un monton y que estamos contigo desde México, Te queremos mucho y esperamos verlos pronto por acá, completamente restablecida y felices!!! ...y recuerda "Nunca parar!!".....besos! Margarita Mora

Adriana Yépez De Dominicis dijo...

Gracias Margarita por tus palabras y por compartir ese testimonio tan bonito de tu padre, gracias qué orgullo y qué bendición!

Gracias mi Oritxa y Maxim por esas palabras de ánimo y entusiasmo! es un lujo tener amigos como ustedes!

Y a ti mi amor, que eres el más grande, que me impulsas día a día a ser mejor, solo tengo palabras amor.

Los quiero mucho!!!

Cris dijo...

Piccolina!!!! qué te puedo decir??? lo pones difícil con lo lindo que escribes....sigue adelante!!! Te quiero mucho. Cris.-

Adriana Yépez De Dominicis dijo...

Gracias mi Cris, mil gracias!!! No me puedo sentir más "arropada" con tanto cariño alrededor. ¡Qué privilegio!. Yo también te quiero mucho.