lunes, 30 de marzo de 2009

Mantener la ilusión


Debo decir que el lunes es uno de los días de la semana que se me hace más difícil, paradójicamente ahora por razones diversas. Antes, de mi tiempo de reposo, era porque el fin de semana –que siempre nos parece corto- se había acabado y había que retomar con fuerza e ilusión la semana, manteniendo ese ritmo acelerado que llevaba. Y ahora es porque se acaba igual el fin de semana, Gon vuelve al trabajo y yo me quedo en casa, ingeniándomelas para mantener la ilusión a pesar de que mi campo de acción esté tan reducido. Me da un poco de nostalgia ver salir a mi marido con su agenda llena y el entusiasmo que le inspira la Universidad unido a las ganas de querer llegar a todos sus objetivos. -Lo está haciendo fenomenal y me siento muy orgullosa de él-.

La lucha es contra la propia mente, que a veces se empeña en sabotear nuestro proceso. Hay que mantener la ilusión, buscarla, construir sueños, ser creativos. Pero cuando hemos nacido en la sociedad de “mientras más hagas serás mejor” es difícil cuando no podemos alimentar directamente esa idea, me cuesta mantenerme inmune –porque a veces sin querer me viene el pensamiento de “no estás haciendo nada...” y esta es la parte más importante que pone a prueba nuestro fuerza, el control de saber poner en una balanza, valorar lo positivo, el camino andado, el que falta… y mantener la ilusión. A veces se hace cuesta arriba. Por eso admiro tanto a esos “grandes” que han logrado vencer esa lucha interna y mantenerse con tanto ánimo siendo verdaderos ejemplos de superación. Es una prueba, no me cabe la menor duda. Paciencia, humildad, tolerancia a la frustración, aceptar las limitaciones y no excederme en los tiempos. Es un mix que me cuesta especialmente, sobretodo cuando salgo a dar los paseos que me indican, y ver que después de caminar 3 calles ya estoy cansada, se me hace duro aceptarlo y más cuando veo pasar a los runners y me maravilla verles correr. O cuando en una cena (que es el máximo plan que me dejan hacer porque es algo tranquilo) me podría estar horas hablando, disfrutando de la compañía y la espalda a la 1h y 30 me empieza a decir “ya es tiempo, vamos a casa”. Es duro llegar al equilibrio mente (que está tan activa) y cuerpo (que va muy poco a poco). Esto ayuda a darle valor a las pequeñas cosas que en realidad son grandes logros, pero que al estar dentro de lo cotidiano no lo valoramos como se merecen.

Es una prueba. Y aquí es donde la fe se convierte en mi auténtico “salvavidas”, sino fuera así creo que estaría más pérdida, la lucha contra la mente sería más dura, las cosas no tendrían el mismo sentido y abandonar sería más fácil. En los momentos cuando “la subida se hace muy cuesta arriba” me da fuerza el saber que hay Alguien que está a mi lado, que cree en mi y que solo me pide confianza y mucho amor para seguir. Luego las fuerzas llegan y la inspiración aparece para seguir manteniendo la ilusión en el día a día.

¡Feliz lunes queridos amigos!

viernes, 27 de marzo de 2009

De todo un poco



Hoy retomo mi programa de radio “Caminar en la Esperanza” en Radio María, tengo mucha ilusión porque es algo muy bonito –de una hora- y que ya tenía ganas de comenzar. Aunque no puedo negar que tengo unos buenos “nerviecillos” en el estómago. El querer hacerlo bien, que no se aburra el publico y que les ayude el programa. Lo bueno es que tengo un “equipazo” de colaboradores que son una maravilla: Sabri, Meri, Fer, Gon… Mejor imposible! Hacen que todo sea más fácil, ameno y divertido. Orientados hacia el objetivo. Es la suerte de estar rodeada de gente tan buena.

Hablando de gente buena, en estos días me llegó una recomendación de Mir, una amiga y compañera de la UFV, que me hablada de una entrevista que le hicieron a Soledad Pérez de Ayala, profesora de la UCM y hermana de una compañera de la Universidad. Soledad tiene cáncer y es impresionante escuchar su testimonio, como lo vive con una auténtica paz, serenidad y esperanza, con la presencia de Dios muy cerca, merece la pena escucharlo. Hay una parte de la entrevista que me sentí muy identificada cuando dice que se a veces se sentía inútil por no poder hacer cosas, todo lo que hacía antes, porque creo que tenemos internalizado que mientras más cosas podamos hacer llenando nuestro tiempo, estamos siendo más útil al mundo, a la sociedad y el estar en casa –sin hacer nada- nos hace sentir inmediatamente “un poco inútiles” y cuando uno empieza a reflexionar sobre esto te das cuenta que no necesariamente y es lo que hay que descubrir… Estamos en una sociedad del “hacer-hacer-hacer” que genera automáticamente rechazo hacia esos momentos donde la vida por la razón que sea nos manda a decir “stop”. Hasta que no lo miremos con otros ojos y lo valoremos como oportunidades será más difícil salir del –atolladero-. Ojo soy la primera consciente que no es fácil, pero hay que hacer el intento día a día porque sino terminamos martirizándonos sin necesidad y sin poder cambiar a realidad que nos ha tocado vivir.

Les dejo el link para quien quiera ver la entrevista:
http://pensarporlibre.blogspot.com/2008/02/la-sonrisa-de-sole.html

Ayer cené con las amigas del trabajo y qué bien, qué gusto! Me encantó haberlas visto, que necesario es “vivir la amistad”, compartir anécdotas, risas, es un desahogo muy necesario para todos. Por eso estoy más convencida de la importancia de cuidar y cuidarnos como amigos. Lo gracioso de la noche fue que la cena nos salió prácticamente gratis por ser mujeres y estar en el mes de la mujer, solo tuvimos que pagar la bebida. Parece mentira, no? y nosotras convencidas que había truco y que no podía se verdad. Pues ahí está. Además del buen rato, salimos con regalo.

Le voy hacer un cariño a mi amiga San –que me ha recomendado un anuncio- para mi blog que vaya dirigido a los lectores “más terrenales”, yo soy consciente que no puedo llegar a todos los píblicos -ni lo pretendo-, pero es cierto que hay gente que necesita cosas más palpables –empezar a mirar las cosas de abajo para luego mirar hacia arriba y no empezar mirando hacia arriba para luego comprender lo de abajo- no se si me explico o queda como trabalenguas.

Bueno, aquí va el anuncio –no le estoy haciendo publicidad a Nike- pero es cierto que el anuncio es muy bueno every thing you need is already inside (todo lo que necesitas ya lo tienes dentro de ti), transmite con imágenes muy rápidas a tantas personas que se han convertido en “grandes de la historia” gracias al esfuerzo y constancia por vencerse a ellos mismos día a día, por no rendirse ante una calamidad, ante un –alto forzado en la vida-, ante una enfermedad… Han seguido con una gran fuerza de voluntad que les ha permitido llegar a donde querían, son auténticos “fueras de serie”, ejemplos de lucha. Ahí se los dejo:





Así que adelante mis queridos amigos de Milagros, no nos podemos rendir, cada día un poco más y con la mirada hacia donde queremos llegar, sintiendo que ya estamos ahí y seguro que llegaremos con mucha fe y esperanza.

Gracias. Los quiero mucho.
¡Buen día!

lunes, 23 de marzo de 2009

Aroma de café


Hay tantos momentos que nacen con el aroma de café de fondo. Noticias, risas, llantos, silencios, miradas, abrazos, gestos, palabras.. compromisos, proyectos y volver a empezar. El olor del café es fabuloso cuando es bueno, intenso, fuerte y suave a la vez. América huele a café, pero también Italia y España –cada uno con sus matices, peculiaridades, aromas, pero todos igual de buenos-. El café sabe mejor cuando se comparte. Me vienen a la mente mis amigas, la típica frase “… nos tomamos un café y me cuentas”.

Hablando de amigas, miro hacia atrás y si hay algo que veo claramente que tiene un valor muy especial es la amistad, la que nace en la infancia, la que se hereda por otros, la que crece en la Universidad, la que encuentras en la calle, en un curso y en el trabajo, la que parece ocasional y se convierte en duradera, la que aún no conocemos porque está por llegar.

Es un milagro lo que ocurre en la amistad: la carga se hace más ligera y por tanto llevadera, de pronto se empieza a ver luz donde solo había oscuridad, las respuestas aparecen con más facilidad y hasta la botella “parece estar medio llena”. Son las bondades de la amistad, lo que se logra compartiendo con los buenos amigos, los de la salud y la enfermedad, en las risas y en lo llantos, para la bueno y para lo malo, para felicitarte y también para ayudarte a ver con amor las equivocaciones. La incondicionalidad que enriquece la amistad. El estar ahí pase lo que pase y aprender a leer entre líneas lo que no se dice facilmente con las palabras. Es amor, entrega y generosidad.
Si hay algo que lamento es de todos los momentos que no he podido invertir en cuidar mejor a mis amigos –lo bueno es que el darme cuenta, me permite ponerlo en “importantes”- como uno de esos ejercicios y/o hábitos que deberían ocupar al menos algunos minutos de nuestra agenda todos los días. Un pequeño detalle es suficiente para saber que estás ahí. Hay personas que son increíbles en el mundo de los detalles, auténticos maestros. Creo que es importante, es “cuidar los regalos que nos han dado y estar atentos por lo que podamos seguir recibiendo". Ahora desde la distancia veo con más claridad que no podemos permitir ni concederle al corre-corre del trabajo, de las prisas y el estrés que se coman uno de nuestros bienes más importantes: los amigos.

¡Gracias a todos, queridos amigos!

jueves, 19 de marzo de 2009

Día de San José y felicidades a los padres


La figura de San José siempre me ha producido una especial admiración por todo lo que transmite: fe, paciencia, serenidad, paz, amor, fidelidad, compañía, sencillez, humildad… y me quedo corta, me cuesta encontrar las palabras para describir al gran “custodio de la Sagrada Familia”, privilegiado por ser el esposo de la Virgen María y Padre ejemplar de Jesús en la tierra. Lo llaman “el perfecto custodio de los tesoros del cielo”. Patrono de la vida y la buena muerte.
A él le quiero pedir que bendiga a todos los padres y los lleve de la mano por el camino del amor, que les inspire para querer, construir y cuidar siempre a sus familias.
Les mando mis FELICITACIONES a todos los padres del mundo y a todos los que celebran hoy su santo por llamarse José, mi padre se lleva doble felicitación por ser un maravilloso papá y llamarse también José.
También quiero felicitar a todos esos segundos papás de cariño que la vida me ha puesto en el camino y a quienes les reservo un lugar muy especial por ser muy buenos guías: mis abuelos -nonno e ito-, Vicente, Xabier, el tiito Julio, tío Alfredo, el Padre José Luis (a él también le toca doble!) y el Padre Florencio.

¡Feliz día a todos y un beso muy grande!

martes, 17 de marzo de 2009

Pequeñas notas a pie de página


Hoy tengo ganas de contarles cómo voy y de compartir algunas reflexiones de mi recuperación. No puedo empezar sin agradecerles nuevamente el que estén ahí de una forma tan incondicional, se han convertido en mis fieles acompañantes en este tiempo de reposo y puedo decir que no hubiera sido lo mismo sin ustedes, que me han ayudado a darle un sentido muy especial a este tiempo. ¡Gracias!

Afortunadamente y gracias a Dios voy cada vez mejor –dentro de lo lento que puede ser la recuperación de las lesiones de huesos-. Entender esto me ha llevado su tiempo, pero más que entenderlo ha sido “aceptarlo”, aceptar que tengo que caminar más despacio, que no puedo estar en todo lo que quisiera y hacer las mil cosas que hacía. Es un tiempo de contemplación más que de acción, de pensar más que de actuar y de ir con calma, con tranquilidad sin las prisas comunes de todos los días. Aceptar esto no ha sido nada fácil, me ha llevado su tiempo, pero si veo hacia atrás me doy cuenta que ha sido fundamental el proceso de aceptación en mi camino de recuperación , que es además clave para tantos otros temas de nuestra vida. Mientras no aceptamos estamos como “gatos panza arriba” sin poder avanzar y cuando logramos hacerlo ayudamos a que todo fluya con naturalidad y buscar alternativas en función de lo que realmente podemos hacer con toda la paz que puede dar el llegar a este punto. Es también un ejercicio muy bueno de humildad, de darnos cuenta con serenidad hasta dónde podemos llegar y hasta dónde no. Y sentir que no pasa nada, siempre y cuando me mantenga con el mejor ánimo y entusiasmo intentando hacer “la mejor jugada con las cartas que tengo”. Esta última frase es del Profesor Randy Paush, un gran científico, que murió hace menos de un año por un cáncer de páncreas, es impresionante escuchar “la Última lección” que dio en la Universidad de Carnegie Mellon (Virginia-EEUU, 2007) hablando de su enfermedad, de cómo la había encajado en su vida, de sus sueños, de lo verdaderamente importante, de la alegría… es una maravilla escucharlo –un testimonio único de cómo afrontar la enfermedad-.

El secretario de Milagros –mi querido Gonzalo- es quien me ha mostrado esta conferencia y me ha pedido que la compartiera con mis lectores. Y yo feliz le hago caso. Les voy a dejar el trailer, porque la conferencia completa tiene 9 partes (dura 1 hora) y quizás algunos se les haga un poco larga. Lo que hacemos es que les pongo el link de la primera parte y ya luego siguen buscando en youtube las siguientes para que quien quiera pueda ver la conferencia completa.







Este es el link para quien quiera ver la conferencia completa es la parte 1 de 9. Luego en youtube se encuentran las siguientes para quien quiera ver la conferencia completa. Altamente recomendable.
Solo tienen que pinchar aquí: http://www.youtube.com/watch?v=e0ZwxhFUAOo

Me tengo que ir a quitar el aparato de la espalda y hoy lo voy hacer más contenta que otros días porque acabo de recibir una buena noticia: mi mamá viene a pasar un tiempo con nosotros. ¡Bien! Es la guinda que le faltaba al pastel, como dice por aquí.
Un beso fuerte.


viernes, 13 de marzo de 2009

Con los ojos cerrados


Ayer en la noche vimos la entrevista en exclusiva que le hicieron al Profesor Jesús Neira y se me revolvió el estomago al escuchar su historia. Tenía una mezcla de sentimientos muy grandes, por una lado la emoción que produce escuchar su testimonio y ver su “milagrosa recuperación”, sus ganas de seguir viviendo, de luchar y de no arrepentirse de lo que hizo el pasado 2 de agosto -cuando defendió a una joven que estaba siendo maltratada por su pareja a las puertas de un Hotel de Madrid-. Defensa que casi le cuesta la vida, ya que el maltratador arremetió contra él sin piedad, dándole unos golpes tan fuertes que provocaron que el Profesor Neira estuviera 68 días en coma. Lleva 7 meses en el Hospital y aún le falta una última operación en el cerebro. Su hijo de 13 años fue quien lo ayudó en ese día, con todo lo que significa para un hijo ver como casi mataban a su padre. Es muy doloroso, pero lo más triste de toda la historia es saber que la mujer a quien defendió y por quien casi le quitan la vida, no ha tenido ni un solo gesto de agradecimiento hacia él y lo más duro es saber que ella a quien ha defendido es a su propio maltratador, diciendo que en realidad era “una buenísima persona”. ¿Qué duro, no?

Que falta de todo, qué poca coherencia y ganas de dañarnos la vida sin necesidad. El definir como “buenísima persona” a quien me insulta sin clemencia y es capaz de golpearme hasta hacerme sangrar delante de la gente es algo que me cuesta comprender y no solo eso -me da rabia-, mucha rabia que hayan mujeres que se “cieguen” hasta el punto de no poder reconocer el bien y el mal. Me da lástima. Pero lamentablemente en los casos de violencia doméstica no hay solo un culpable y una pobre víctima, hay dos culpables el que maltrata por maltratar y la que recibe el maltrato por haberlo elegido (en los casos que se ve desde un principio, pero la mujer sucumbe a la fantasía de “seguro que cambia” o “yo lo voy a cambiar” –gran ¡mentira!-) por mantenerse ahí y no tomar medidas (cuando ya has recibido el primer golpe), por no poder decir ¡YA! y buscar ayuda, por mantener las vendas en los ojos. Sé que no puedo generalizar y “meter a todas en un mismo saco”. Pero me duelen las personas y me duelen las mujeres que entran en este ciclo perverso y profundamente dañino de autodestrucción, donde los golpes se convierten en una droga de la que tristemente no pueden prescindir. Es muy doloroso.

Hay cosas que pasan en la vida producto de la mano del hombre que son realmente lamentables, difíciles de comprender e injustificables. Sin lugar a dudas se trata de una mala gestión de la libertad que todo tenemos y que a veces no somos capaces de manejar con madurez y generosidad. Estamos hechos para el amor y no para el odio, para dar vida y no para quitárnosla y menos para quitarle la vida a otros. Estamos hechos para cuidar y cuidarnos no para maltratar y dañarnos mutuamente.
Ojalá todas las mujeres maltratadas puedan abrir los ojos y se den cuenta que hay otro mundo a su alrededor, que están hechas del amor y para el amor, y que merecen ser sólo felices y que nadie tiene derecho a quitarles esta felicidad. Pido fuerza y valor para cada una de estas mujeres.
Al Profesor Neira mis palabras de admiración, de fuerza, orgullo por su valentía por seguir creyendo en el hombre, por defender a los débiles y por luchar día a día por su recuperación con fe y optimismo. Es usted un gran ejemplo. Gracias a Dios por hacer el milagro.
Un cariño para todos.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Camino hacia la Pascua

Seguimos en el periodo de cuaresma, preparándonos para el día de Pascua, para recibir ese gran mensaje de esperanza y amor que es Cristo resucitado. El regalo de otra vida llena de paz y la confianza de que también nosotros podemos llegar a ella.

El otro día Adelaida –una señora muy especial a quien le tengo mucho cariño- me mandó una presentación muy bonita, que quiero compartir con ustedes –mis queridos lectores- con la intención que les pueda ayudar a meditar y reflexionar sobre el ayuno en este tiempo de cuaresma. Porque hay un ayuno que va más allá de dejar de comer solo carne los viernes. Un ayuno de corazón que nos purifica y nos acerca más a esa conversión –que escuchamos tanto en estos días-.

Ahí va- copio textual, con la intención de respetar el texto original-:

¿Quiéres ayunar en la cuaresma?
Ayuna de juzgar a otros y descubre a Jesús
que vive en ellos
Ayuna de palabras hirientes y llénate de
frases que purifican…
Ayuna de descontentos y llénate de
gratitud
Ayuna de enojos y llénate de mansedumbre
y paciencia
Ayuna de pesimismo
y llénate de esperanza y optimismo
Ayuna de preocupaciones
y llénate de confianza en Dios
Ayuna de quejarte
y llénate de las cosas sencillas de la vida
Ayuna de presiones y
llénate de oración
Ayuna de tristeza y amargura
y llénate de alegría el corazón
Ayuna de egoísmo y llénate de compasión
por los demás
Ayuna de rencores y llénate de actitudes
de reconciliación…
Ayuna de palabras y llénate de silencios
para escuchar a otros…
Ayuna de pensamientos de debilidad
y llénate de las personas que inspiran
Ayuna de todo lo que te separe de
Jesús y llénate de todo lo que te acerque a Él…
Si todos intentamos este ayuno, lo cotidiano se irá
inundando de paz, de amor, de confianza…
Que los corazones se abran con el ayuno
en la cuaresma para recibir a Jesús resucitado.
Con amor”.
¡Feliz día a todos!

martes, 10 de marzo de 2009

Día del Médico

Hoy se celebra el día del médico en Venezuela , a pesar de que en el calendario el 3 de diciembre sea el día internacional del médico por conmemorar el nacimiento del Dr. Carlos J. Finlay (1853-1915 médico cubano que descubrió el agente transmisor de la fiebre amarilla). En Venezuela se celebra hoy 10 de marzo como un homenaje al Dr. José María Vargas (1786-1854) quien fue un gran médico cirujano, científico, humanista, filósofo, catedrático, rector de la Universidad de Caracas y Presidente de Venezuela (1835-1836). Padre de la medicina en Venezuela, luchador y un gran ejemplo por su afán de investigación y cuidado de los enfermos.

Es por ello que no quiero dejar pasar este día por alto sin hacer una mención especial a todos los médicos por la labor tan maravillosa que tienen en sus manos, son los mejores aleados de Dios, al convertirse en instrumentos perfectos en el trabajo de dar y salvar vida de personas, curar heridas, sanar a los enfermos, cuidar y acompañar en medio del dolor.

Son auténticos faros en medio de la oscuridad. Bancos en quienes depositamos con los ojos cerrados toda nuestra confianza. Luchadores incansables en la tarea de encontrar la verdad que ayude a regalar bienestar a los otros. Maestros de la salud y compañeros en la enfermedad. Los animo a seguir en esa magnífica tarea y les deseo de todo corazón que cada día sea como el primero, lleno del mismo entusiasmo e ilusión, que cada paciente sea como el único y lo puedan tratar como si tuvieran en sus manos a la persona que más quieren y puedan sentir su sufrimiento en la piel, con la distancia suficiente para ponerse en sus zapatos y desde ahí les puedan ayudar con la mayor conciencia y objetividad para sanar sus heridas y regalarles entusiasmo, envuelto en optimismo y muchas ganas de vivir. Recordando que son solo instrumentos de amor del Gran Médico que opera desde arriba y les acompaña con su bendición.
¡Muchas felicidades! En primer lugar a mi mamá y mi papá –médicos los dos-, mi tía Migdalia, tío Rafael, primo Rafael Darío, a todos los doctores amigos con los que siempre he tenido una relación muy estrecha en Caracas y un saludo muy especial para todos mis médicos de España que me han tratado con tanto cariño y que gracias a ellos mi rehabilitación va cada día mejor.
A todos los médicos del mundo, para que no olviden que tienen en el mundo una misión muy especial.
Un abrazo muy fuerte, todo mi orgullo y admiración.

viernes, 6 de marzo de 2009

Una historia de amor

Se conocieron en un aeropuerto, ella iba a visitar a su familia y él a un campeonato de pesca. Me cuenta con mucho entusiasmo que desde el momento que se sentó frente a ella el corazón no paraba de saltarle como si algo le dijera “es él”, la persona con la que has soñado y llevas tantos años buscando. Hay personas que nunca se encuentran y a quienes les toca decir adiós sin haber sentido nunca lo que es el amor.

Tuvo una extraña sensación cuando se cruzaron las miradas, no sabía quién era, como se llamaba ni de dónde venía y al mismo tiempo sentía como si le conociera de toda la vida. “No sé cómo se puede sentir tanto en tan poco tiempo, pero fue muy bonito experimentarlo”.

Llegó el momento de entrar en el avión ella con cierto nerviosismo, inquieta porque igual ya no volvería a coincidir con ese niño de “la mirada tierna”. La azafata le acompaña a su puesto –el cual intentó cambiar en varias ocasiones porque no le gustaba y eran muchas horas de vuelo, pero no lo pudo conseguir estaba sentada en el puesto que menos le gustaba del avión-. De pronto sube la mirada y la misma azafata guiaba a su compañero de asiento, no se lo podía creer, pero era él. En un avión donde entraban 600 personas justo era él su compañero de asiento. Daba gracias en silencio por no haber podido cambiar su puest. Era sin lugar a duda una coincidencia que se convertía en una gran oportunidad.

Los nervios a flor de piel, no sabía qué decir, cómo moverse, a dónde mirar y de pronto de la manera más sencilla empezó la conversación, cada uno de un país diferente y afortunadamente con un lengua en común para poder comunicarse. Era un hombre encantador, de esos que “ya no quedan”, respetuoso, con buen sentido del humor y profundo en sus planteamientos. Siete horas de avión que dieron para hablar de muchos temas, se había formado una burbuja entre ellos y ella con el deseo de parar el tiempo –preguntándose qué estaría sintiendo él-. Todo muy mágico. Mucha sincronicidad y ella completamente sorprendida de que realmente existiera “la chispa” o “esos gusanillos del estomago” de los que tanto había oído hablar a la gente y ella nunca había podido experimentar.

Llegaron al país y él sin dejar que pasara más tiempo y con cierta timidez en su tono de voz le pidió el teléfono. Ella se sonrojo –se sentía un poco tonta por no poder controlar lo que estaba sintiendo- pero no lo dudó ni un momento y le dio su teléfono. Luego hizo el intento de racionalizar todo lo que había pasado y quitarle importancia, pero no podía y no sabía por qué. Ella que era una mujer acostumbrada a dirigir, manejar finanzas y controlar todo en su vida, se sentía como una adolescente desconcertada y revisando el móvil 2 minutos el móvil por si le entraba algún mensaje de él. Se preocupó aún más cuando se vio llamando a su propio móvil para comprobar que realmente funcionara bien y que podría oírlo sin problema en caso que sonara. Como si no recordara que recibe una infinidad de llamadas de sus clientes.

Después de algunos días la llamada llegó, finalmente era él para saludarla y ver cómo iba todo, ella deseando que la invitara a quedar para tomar un café o hacer algún plan juntos. Se hizo realidad el deseo. La invitó a la final del campeonato de pesca y ella fue con una amiga. Un día increíble, de esos que son difíciles de olvidar. Él encantador, estuvo a punto de ganar, no lo logró, pero igual se sentía campeón por todas las sonrisas que logró sacarle a ella de la cara. Era su mejor premio. Se estaba tejiendo una historia de amor muy bonita y de la nada.

Ella se sentía que respiraba mejor que nunca, el corazón le palpitaba con más fuerza, tenía ganas de vestirse, arreglarse y sentirse bella. Pero sus pensamientos negativos no la abandonaban, de vez en cuando la atormentaban “seguro que algo malo tiene”, “no te deberías confiar tan rápido”, “no puede ser que todo vaya tan bien, por algún se estropeará la historia”. Se aferraba a la oración con todas sus fuerzas y le pedía a Dios que la ayudara, que si no era para ella por favor se lo quitaran del camino y que si era le diera una señal y mucha paz para su corazón. Tenía miedo porque hace menos de un año se había visto muy cerca de caer en una depresión profunda, había perdido el interés por todo, muy sensible y a veces irritable, iba a trabajar porque no le quedaba otra y no tenía a su familia cerca, pero evitaba cualquier tipo de relación, no quería involucrarse más de la cuenta. Lo suyo era los números, las finanzas y nada más. Los fines de semana los recibía y los despedía con el mismo pijama, en el mismo sofá y con varios paquetes de galletas vacíos en el suelo.

Ahora derepente –como por arte de magia todo empezaba a sonreírle-. O quizás así lo veía ella, yo creo que aprendió a quererse, a cuidarse y mirar todo lo bueno que tenía y todo lo bueno que había a su alrededor para ella. Si esto no hubiera pasado antes, estoy convencida que esos “ojos tiernos” se abrían quedado en el aire.

Él supo ganarse su confianza, no tenía ni idea de lo duro que había sido su vida antes, pero estaba dispuesto apostar y a luchar por su amor. Su sentido del humor era único, ella no recordaba haberse reído tanto. Después de haber tomado tantos antidepresivos nunca se hubiera podido imaginar que el estar enamorada le podía producir esa sensación de bienestar tan grande, incomparable con cualquier otra que hubiera experimentado antes. O igual tampoco había tenido interés por experimentarlo. La clave es que estaba abierta para recibir los regalos que Dios le estaba enviando, si no lo hubiera estado habrían llegado a su vida sin que ella se hubiera dado cuenta.

Empezó a dar gracias minuto a minuto, porque después de cada instante se sentía mejor. Estaba descubriendo un lado maravilloso de la vida, de su ser y él había logrado que todos sus talentos salieran a flote. Es la magia del amor, de ese amor bonito, que espera paciente y es respetuoso, alegre y sencillo, que se da con generosidad y produce una paz inmensa al caminar de la mano, que saca lo mejor de ti y tú lo mejor de él, que subir una montaña no cuesta tanto porque el amor te da fuerzas para soportarlo y más, hay ganas de reír, de soñar y sobretodo de vivir.
Esta historia está abierta y yo solo puedo desearles a ellos dos (que existen en algún lugar de América) la mayor de las felicidades.

Doy gracias a Dios por todas las personas que como ella han logrado encontrar su amor, curar las heridas y seguir adelante luchando y entregándole lo mejor a la vida. Escribiendo juntos una bonita historia de amor.

P.d. Un regalo para ti...
http://www.youtube.com/watch?v=FSea1YPxK1c

miércoles, 4 de marzo de 2009

¡Qué buena película, Slumdog Millionarie!

Tenía tiempo sin salir del cine sintiendo que había visto una gran película. Algo diferente, de esas que te movilizan por dentro y te hacen pensar.

Sencilla, sin grandes pretensiones y a la vez con una profundidad que embarga a cualquiera. Es el drama de la miseria humana, la pobreza, la niñez abandonada, el mal que busca aliados en la calle y al mismo tiempo, de una manera magnífica, la lucha por sobrevivir, la ternura de los niños, el humor pícaro lleno de inocencia, la complicidad entre hermanos, la magia de la India y el gran protagonista: el amor.

Hay escenas francamente conmovedoras, me viene a la mente una muy especial cuando uno de los niños –Jamal- le entrega todo el dinero que había conseguido a otro de los niño de la calle al ver que tenía menos posibilidades que él. Una muestra muy bonita de generosidad.

Mientras veía la película en varias de las escenas me recordé de mi país, de todos los “ranchitos” que rodean a Caracas, de los niños abandonados que andan por la calle en brazos de la delincuencia y que injustamente se aprovecha de ellos. Cuando se vive en un país con tantas diferencias sociales es inevitable no hacerse la pregunta de ¿por qué ellos no y yo sí? Si la vida me ha premiado con grandes oportunidades creo que no puedo y no debería permanecer inmune a lo que pasa a mi alrededor. El ser una privilegiada me coloca en deuda con los que no lo son. No nos podemos tapar los ojos con una venda ¿no es así?. –Es la parábola de los talentos, que se multiplican y tienen su razón de ser cuando se ponen al servicio de otros-. Algo hay que hacer, ¿no?.

Este es parte del efecto de la película que te hace darle vueltas a muchos temas, de una manera emocionante y divertida. No quiero desvelar mucho para quienes aún no la hayan visto. Solo quiero añadir –para terminar- que otro de los puntos interesantes es el de si existe un destino en el que todo está escrito y qué pasa con la buena suerte. El protagonista es un buen ejemplo de cómo la buena suerte se busca, se encuentra y se gana con la lucha diaria, constante y perseverante, con el deseo de hacer el bien sin perder nunca la esperanza y creyendo sobretodo en el amor, como el más grande de los regalos.

Me alegra que se hayan llevado los 8 premios oscar. Ojalá y esto anime a muchos directores a seguir por esta línea.

Un abrazo gigante. Los quiero mucho.