viernes, 20 de febrero de 2009

Pataletas


Ayer y hoy están siendo días de “pataletas”, como hacen los niños pequeños cuando se lanzan al suelo llorando porque sus padres no les quieren comprar algo y se desesperan con ellos- pues yo me siento un poco así. Sé que estoy “grandecita” para tirarme al suelo –pero les aseguro que no me faltaron ganas ayer cuando mi Doctor en la consulta dejó caer entre dientes y con total naturalidad que me hiciera la idea de “2 ó 3 meses más de reposo”. En ese momento sentí como un balde de agua fría, lo que era 1 mes se estaba convirtiendo de la nada en 2 ó 3 meses. La sensación era como la del corredor que piensa que le queda muy poco para llegar a la meta y de pronto le dicen que son miles de kilómetros, mucho más de lo que su pobre mente se imaginaba y encima su cuerpo empieza a sentirse sin fuerzas. Siento decir esto, sé que no es justo, pero no puedo negar el sentimiento de frustración, es mi parte más humana la que habla, que se encuentra de pronto con el “Everest” delante y hay que subirlo. No sé. Pasa que empiezo a extrañar más todo lo que formaba parte de mi vida diaria… la UFV, mi trabajo, los alumnos, mis compañeros, los niñitos, las homilías del Padre Florencio, hacer planes, compartir con la gente, salir a correr, salir de fiesta con los amigos… y hacer más planes con mi Gonza. Mi mamá siempre ha dicho que "soy una pata caliente" por no poder estar ni un minuto tranquila, "siempre inventando"-como dice ella- esto es para que vean que la imagen del Everest es cierta.

Me siento como los que están ahí en el banquillo de los apartados, en “time out”. Elena, mi amiga consagrada, ayer me decía “si Dios te lo pone es porque puedes Adri…”. No sé si a veces Dios confía demasiado en nosotros. Igual es una locura lo que estoy diciendo porque soy la primera que me siento viviendo de un milagro y en deuda con la vida. Pero estos sentimientos son reales, humanos y me tomo el permiso de compartirlos con ustedes, mis queridos lectores. Se que el cansancio es necesario, porque luego gracias al descanso, podré retomar con más fuerza el paso. El otro día en la misa de Sara de Jesús, el Padre dio una homilía impresionante, muy bonita, fue un auténtico regalo haberlo escuchado y decía que era humano sentir el dolor y el desconcierto ante un perdida, que esos sentimientos también había que dejárselos en las manos de Jesús y que Él se encargaría de trabajar sobre ellos con todo su amor. Soy consciente de que Jesús no se merece una pataleta mía y más cuando veo todo lo que hay a mi alrededor, pero me da paz saber que me quiere con todo y mis pataletas. Eso es lo bonito. Ese es el amor.
Respiro profundo, pido fuerzas y más paciencia para descubrir con el mejor ánimo todo lo que se encierra detrás de este tiempo.
Gracias por acompañarme, los quiero mucho.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi niña.... mucho ánimo! Se que es fácil decirlo y dificil vivirlo, pero puedo decirte un par de cosas: La primera es que, efectivamente, como te dice Elena, si Dios te lo pide, es que puedes, así que ahora sólo te queda comprobarlo,dejando pasar el tiempo por supuesto, y mirando de una manera profunda y trascental... y por otro lado, ¿quién sabe la de cosas buenas que saldrán de esto? Sólo Él... toma fuerzas de ese verdadero sentimiento de estar viviendo un milagro, como tú dices, ese agradecimiento es lo que te va a impulsar día a día... es cierto mi niña, ¿te das cuenta del regalo que tienes? ¿nos damos cuenta todos nosotros del regalo que tenemos entre manos, que es nuestra propia vida? No se, con todas las cosas que estan suceciendo en nuestro entorno más cercano y más querido... Ojalá pudiera ayudarte de alguna otra manera, dime si puedo, de momento te mando un beso enorme y un abrazo muy fuerte y mis palabras, que no se si servirán de consuelo o alivio, pero te aseguro que son porque pienso en ti, te sigo en el blog. Cuidate mucho mi niña... y déjate querer y mimar, por nosotros, y por Él. Sabri

Adriana Yépez De Dominicis dijo...

Mi Sabri, gracias! eres un cielo! tienes toda la razón del mundo. La clave es -dejarse hacer- e ir porquito a poco -descubriendo y construyendo- al ritmo de cada uno, con la mayor ilusión y entusiasmo. Gracias por estar cerca!. Un beso muy fuerte.

Anónimo dijo...

Hija, me encontraba en Barinas, en el matrimonio de la hija de Julieta, cuando leí tu nueva entrega, titulada "Pataletas", me hizo mucha gracia porque la niña de la foto se parecia a tí cuando eras pequeña.Al leer tu escrito, no sé porqué, pero me imaginaba que ibas a escribir algo parecido; cuando te llamé el jueves, después de la consulta con el doctor, te sentí tan apagada, que no sabía como decirte "palante" que tu tienes con qué, hay que tener esperanzas y fuerzas y eso es lo que te sobra a tí. Claro que sí, siempre te he dicho que eres una "pata caliente" que siempre estas "inventando", que no te quedas tranquila, bueno, pués creo que esto es el "Repaso de la Guerrera", y luego de este descanso forzado, a lo mejor si Dios quiere, que creo con toda seguridad que así será, vendrás con más fuerzas a seguir "inventando" para compartir todas tus experiencias con todas esas personas que necesitan de tu orientación y ayuda profesional.
Hija, lo único que te puedo decir, es que estas cosas, son como piedritas en el camino, pruebas que nos ponen para poder seguir con más fuerzas, fé y esperanza. Te voy a decir como decimos aqui en Venezuela "Palante que pá trás ni para cojer impulso". Cuidate mucho, tienes a tu lado un regalo de Dios, que es Gonzalo, y tu otra familia que te quieren mucho y siemtre están pendiente de ti. Un besote, un fuerte abrazo y ánimo porque no podemos desmayar. Tu mamá.

Adriana Yépez De Dominicis dijo...

Mami ¡te quiero mucho! ¡gracias! Si esta es la recompensa por pasar por todas esas piedritas, pues bendita sea, porque no hay nada que anime más y de fuerza para seguir que sentir tan cerca el amor, el cuidado y el cariño de los seres queridos. Es la mejor medicina que se puede recibir y yo soy una afortunada por tenerla cerca y sentirla cada día. Gracias Mami por todas tus palabras! Eres mi mejor ejemplo y la mejor guerrera del camino. Te quiero mucho!

Mary Ann dijo...

Me encanta leer tu blog. Lo que escribiste de los extranjeros me trajo tantos recuerdos. Me imagino que tus abuelos llegaron mas o menos cuando llegue yo, en 1955. Sin poder hablar una palabra en español. Vivimos en casa de mi suegra los primeros 3 meses. Ella era de las personas que trajo casi toda la familia de ella y medio pueblo de Galicia. Se quedaban en su casa hasta que tenian trabajo y podian alquilar un apartamento. O sea te puedes imaginar la hora del almuerzo- habia como 11 personas todos hablando y ecando chistes y yo sin entender nada. Un mes mas tarde estaba embarazada y lo unico que podia comer era helado y gelatina. El olor del caldo gallego no lo aguantaba (ahora me encanta) Bueno no me quedo mas remedio que aprender. Miles de personas llegaron en esos tiempos y vivieron muy humildemente pero todos con el tiempo hicieron su platita criaron sus hijos y les dieron una buena educacion. Fueron tiempos maravillosos. Siempre pense "Your people will be my people" y asi fue. Y tu estas pasando lo mismo primero fuistes a N.Y. luego a Galicia y ahora Madrid. Nunca dejaras de amar a Vzla pero tienes un corazon suficientemente grande para otras personas y sitios. Que bendicion tan grande nos ha dado Dios de buscarnos nuestro alma gemela en otro pais y hacernos querer ese pais como si fuera el nuestro. Dios te bendiga, Mary.

Adriana Yépez De Dominicis dijo...

Así es Mary Ann! Qué grandeza y qué bonita recompensa para los que un día tuvimos que dejar nuestra tierra. Nuestra capacidad de amar no tiene límites y si nos abrimos a descubrir todo lo que se esconde en otros paises, en su gente y costumbres, haremos que nuestro corazón se haga muy grande y nos sentiremos "ciudadanos del mundo".
Gracias por compartir tus recuerdos con nosotros y por haberte hecho seguidora de Milagros. Es un orgullo tenerte cerca.
Un beso enorme.