martes, 17 de febrero de 2009

Hay que seguir adelante


Aunque la respuesta no sea la deseada, aunque estemos cansados de la lucha y nos pase por la mente rendirnos porque creemos que nada tiene sentido… Hay que seguir, con ganas y más fuerza, no podemos abandonar y más cuando el fin es bueno. Sé que el cansancio duele y el animo se debilita, pero hay que seguir, despacio, respetando nuestro ritmo, poco a poco, pero seguir. Hay que vencer el fenómeno del “muro” que viven los correderos cuando hacen un maratón y en el km 30 aprox. uno siente que no puede más, que el cuerpo no te responde, en esos momentos miles de pensamientos negativos te invaden la mente animándote abandonar y la clave para vencer ese muro desgastante es “seguir”, no hay otra, solo seguir corriendo, a un ritmo tranquilo y abrazarte muy fuerte a todos esos pensamiento positivos y buenos motivos que te han impulsado a estar ahí. Con los alumnos de la Uni, a veces uso el ejemplo que es como cuando vamos por un túnel con curvas y hay un momento que lo vemos todo negro –no vemos ni la entrada, ni la salida- y si vamos caminando por ahí es normal que nos de miedo, que nos falte el aire y que nos sintamos un poco desorientados. Y ahí es donde tenemos que agarrarnos muy fuerte de nuestra fe, confiar en el de Arriba y pedir que nos de la luz y la fuerza para seguir en el camino. Y nosotros nos tenemos que comprometer a seguir porque el fin es bueno y eso lo justifica.

Ayer recibí una noticia muy triste de la Universidad, nuestra compañera y amiga Sara de Jesús había muerto el domingo haciendo montañismo en uno de los picos de la Sierra. Me quedé muy impactada con la noticia porque Sara era una de esas personas lindas, completas, llenas de vida e ilusión, joven, inteligente, médico cirujano que había apostado por la formación integral, una excelente profesora que quería y se preocupaba por cada uno de sus alumnos, con muy buena disposición para todo, siempre con una sonrisa y una palabra de ánimo, llena de luz, iba a ser la futura directora de la escuela de medicina una vez que se abriera en la UFV. Pensar en Sara es pensar en una persona muy buena y que tenía a Dios muy cerca. Una vez coincidí con ella en unos ejercicios espirituales y era un ejemplo verla orar con tanta devoción. Sarita –no puedo evitar decir que- me da mucha pena que ya no estés con nosotros. No me cabe la menor duda que ya estarás gozando del cielo muy cerquita de Dios, tu gran amor. Pero te echaremos de menos. Pido una oración por su familia, sus amigos y todos sus seres queridos para que el Señor les de la paz y resignación para aceptar esta perdida. Que en paz descanses Sarita. Te queremos mucho. Ha sido un honor haberte conocido. Gracias por tu ejemplo. ¡Adiós!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

CUANDO TENGA QUE DEJARTE

Cuando tenga que dejarte por un corto tiempo,
por favor no te entristezcas ni derrames lágrimas, ni te abraces a tu pena a través de los años.
Por el contrario empieza de nuevo con valentía,
con una sonrisa por mi memoria.
En mi nombre vive tu vida
y haz todas las cosas igual que antes.
No alimentes tu soledad con días vacíos
sino llena cada hora de manera útil.
Extiende tu mano para confortar y dar ánimo
y a cambio yo te confortaré y te tendré cerca de mí;
¡Y nunca, nunca tengas miedo de morir
porque yo estaré esperándote en el Cielo!

San Agustín

Adriana Yépez De Dominicis dijo...

¡Gracias! es una oración preciosa, que me ha acompañado por muchos años. Gracias por compartirla.
Un abrazo fuerte.