lunes, 22 de junio de 2009

Vencer la pereza


Fue el título de la tertulia que hicimos el viernes pasado en el programa de “Caminar en la Esperanza” que tenemos en Radio María (una vez al mes)… En realidad creo que la intención era hacer un poco de catarsis con el grupo porque el tema de la pereza lo estoy viviendo en primera persona y me doy cuenta que cuesta. En mi caso está directamente relacionado con la nueva fase de mi rehabilitación que consiste en ir a la piscina 3 veces a la semana para hacer pequeños movimientos en el agua, caminar despacio y mover los brazos. Me inscribí el polideportivo más cercano a casa y cuando fui por primera vez me encontré que no hacía pie (no tocaba fondo) en ningún sitio, es una piscina de 50mts, que se ve muy grande y como todavía no puedo nadar-nadar, los socorristas me dieron un flotador de cintura que me ayudara a moverme en el agua sin hacer mayor esfuerzo… Claro, la cosa es que voy en cámara lenta, muy poquito a poco (siguiendo con mi entrenamiento en la “paciencia”), el agua no está todo lo caliente que me gustaría y eso también hace que me cueste más. Aunque lo más fuerte viene después y es que esos 20min en la piscina se traducen por la tarde en un efecto de agotamiento total, como si hubiera corrido un maratón y esto sumado al calor que está haciendo en Madrid pues hace que el resultado final sea una pesadez y sensación de pereza inaguantable. Pero ¡ya!, no puede ser, me he dado una semana de margen y para esta el objetivo es “vencerla”. Por otro lado, también es cierto que ya ha pasado mucho tiempo el sábado 27 cumplimos 6 meses del accidente y el sentir que la meta está más cerca –si Dios quiere- hace que por dentro este un poco más inquieta y con más ganas de retomar mi vida normal, aunque estoy segura que este tiempo de reposo se viene conmigo porque ha sido mucho lo aprendido, lo meditado, lo reflexionado y lo que todavía falta, pero con la visión del “vaso medio lleno”.

Para vencer la pereza en el programa de Radio María hablamos de lo importante que es forjar la voluntad como nuestro mejor aliado, el tener claro las cosas que queremos y querer con fuerza llegar a ellas. Sé que la piscina es un tramo que me llevará sin duda a estar mejor, por eso no me puedo permitir quedarme en la pereza aunque dentro de mi condición de humano es lo primero que salta cuando algo cuesta tanto, me sirve de apoyo y de motivación el querer estar bien. Estoy convencida que vencer la pereza da fuerza y sobretodo fuerza de espíritu.

¡Feliz tarde!

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