martes, 20 de enero de 2009

El 27 de Diciembre de 2008, mi segundo cumpleaños. (Parte I).


Acabo de buscar en el santoral y el 27 de diciembre es el día de San Juan evangelista y apóstol, que tiene como significado “Dios es misericordioso”.

Las cosas pasan y no por casualidad. Es un misterio que a veces no logramos desvelar a la velocidad que nos gustaría, hay un timming que lo ordena todo y para ello hace falta mucha paciencia y confiar y confiar que el fin último es bueno y que el Gran Gestor solo esconde detrás de cada cosa un gran amor. Si lo miramos con esos ojos podemos sentir una inmensa paz.
El pasado 27 de diciembre fuimos testigo de un gran milagro. Habíamos ido a pasar el día en los Roques, yo tenía mucha ilusión de que Gonzalo -mi marido- conociera ese pedacito de paraíso que hay en mi país, Venezuela. Enrique y Vero, mis buenos amigos, se ofrecieron a que fuéramos en su avioneta. La pasión de Enrique siempre han sido los aviones y lleva más de 10 años pilotando, una larga tradición en su familia (mamá piloto y papá piloto); sé por Vero que se devora los libros de aviación para estar siempre al día. Bendita inquietud que sirvió de instrumento!.

Para Gonzalo era la primera vez que se montaba en una avioneta (6 puestos), iba con los nervios y el respeto que produce una primera vez en una aparato tan ligero enmarcado dentro de una inmensidad tan grande como es el cielo y el mar. Todos intentamos que se sintiera a gusto y tranquilo. Enrique se encargó de explicarle con el mayor cariño cada mínima pieza que formaba parte del avión porque además ese día Gonzalo sería su copiloto. En el aeropuerto de Caracas antes de despegar Enrique nos explicó lo que había que hacer en caso de amerizaje, hubo momento de la explicación que sus palabras tenían un tono muy marcado de presente y de realidad, que a mi me empezó a dar “un susto en el estómago” de solo imaginar que por casualidad tuviéramos que vernos en una situación así; rápidamente Vero se dio cuenta de mi cara de descomposición y le pidió a Enrique que suavizara la explicación y sobretodo que nos dijera que eso no quería decir que “... vaya a pasar nada hoy… es solo por prevención”… Quien iba a decir en ese momento que la prevención se convertiría en realidad 5 horas más tarde.
Despegamos en la Piper Cherokee YV-1485 rumbo al Gran Roque, después que Vero nos había echado a todos un poco de agua bendita de una botellita que le dio Adelaida (una santa en vida que tenemos en Caracas y de quien les hablaré algún día). En el viaje de ida sentí como eramos “un puntito insignificante” en medio de las nubes, las montañas y el mar.

Llegamos al Gran Roque, aterrizaje perfecto, Gonzalo tranquilo después de su debut como copiloto y todos felices de haber llegado a los Roques, mar cristalino, arena blanca, pequeñas casitas convertidas en posadas de diferentes colores, pocas personas y los peñeros (pescadores en sus lanchas) ahí preparados para llevarte a la isla que les pidieras. Nos acompañaba un sol increíble además con un poco de brisa –lo suficiente como para sentirlo agradable-. Era un día bellísimo. Llegamos a Franciskí y ahí nos quedamos los cuatro disfrutando del “pedacito de paraíso” en la tierra. Me sentía muy afortunada de estar ahí con Gonzalo en compañía de mis amigos.

3.30pm de la tarde, llegó el peñero a buscarnos (habría pedido 3 horas más… siempre me voy del mar con la sensación de que no ha sido suficiente y que podría estar horas y horas hipnotizada con el paisaje y absorta con el sonido de las olas… es una de mis medicinas preferidas). Llegamos al Gran Roque, Enrique tenía que hacer diligencia y nos dijo que aprovecháramos esos 20min. para dar una vuelta por el Gran Roque para que Gonzalo lo conociera y que a las 4.30pmon time- teníamos que estar montados en la avioneta para salir. Dimos una vuelta por el pueblo, hicimos más fotos y antes de salir nos encontramos de frente con una Capillita muy bonita, entramos los tres y fue muy especial ver a la imagen de la Virgen de Coromoto (patrona de Venezuela) y al Divino Niño Jesús, a quienes en silencio di gracias y encomendé el viaje de vuelta.


-Hago un pequeño paréntesis y continuo en breve con la segunda parte de la historia-.

Gracias!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimada Adriana:
Esta tarde, a las 6:30 pm, tendré el honor de celebrar una Santa Misa con una larga lista de difuntos a quienes se recuerda en su novenario, aniversario o recuerdo esporádico. Hoy veo apuntado a nuestro amigo Jon, como me ha recordado su mamá Piluca al mismo tiempo que me enviaba la dirección de tu "Milagro", que con mucho gusto he leído y del que haré referencia en las breves palabras de la homilía.
Te felicito por las cosas bellas que dices, por cómo las dices y porque son un reflejo preciso de tu paz interior que tan bien refleja tu sola presencia.
Me alegra mucho saber que estás felizmente casada, totalmente liberada del trauma del drama de hace diez años y del susto de tu amerizaje en Los Roques.
Que el Señor te bendiga, te recuperes totalmente de tus lesiones y seas muy feliz en tu matrimonio.
Fulgencio Sánchez, SDB

Adriana Yépez De Dominicis dijo...

¡Muchas gracias Padre Fulgencio!
Qué ilusión tan grande escucharlo,qué orgullo encontrarmelo por aquí y qué bonitas todas sus palabras.
Gracias por su oración, por su acompañamiento y porque estoy segura que habrá hecho una homilía preciosa, -en el cielo lo estarán celebrando-, porque habrá sonado música para todos.
Un abrazo muy fuerte y mis oraciones.