martes, 14 de abril de 2009

Desayunos al sol



Parece mentira pero en este mundo de la escritura –que estoy descubriendo- falta que uno deje de escribir unos días para tener la sensación de ya no saber cómo hacerlo. Lo importante es que ya creo tener más asumido la vergüenza que da escribir algo que sea un rollo (un ladrillo… un fastidio), pido disculpas por anticipado a los que se mantienen fieles a este blog, me encantaría responder siempre a esa confianza que ustedes depositan en Milagros, pero como es una pretensión muy grande casi imposible de sostener, contribuyo con mis ganas e ilusión para intentar armonizar lo más que se pueda esta “montaña rusa” en que se convierte la inspiración de escribir.

He pasado unos días de mucho descanso, me he portado muy bien, nada de esfuerzos y tranquilidad extrema, mis médicos van a estar contentos y es que he tenido unos auténticos “guardianes del reposo” mis queridos suegros –Isabel y Vicente- y por supuesto siempre mi marido. Igual creo que me han malacostumbrado un poco, ayer lo sentía cuando después de hacer cuatro tonterías en casa ya tenía el cuerpo bastante resentido. Uno se acostumbra rápido a la bueno… y luego viene la añoranza.

Ha sido una maravilla haber podido ver el mar, disfrutar de unos buenos desayunos bajo el sol.. Ha sido un regalazo, medicina para el alma. Cambiar de aire y reciclar las fuerzas. Me siento con energía renovada para afrontar esta segunda parte de mi tiempo de reposo. Antes de irme el médico me dijo que vamos bien, pero que solo han pasado 3 meses, que no puede pretender ir más deprisa, que esto es así “poco a poco” y con mucha paciencia… La buena noticia es que me asegura que podré hacer todas las cosas que hacía antes. Quiero confiar en ello y seguir con adelante con mi recuperación... Lo bueno es que cada día es mejor que el anterior, vamos avanzando aunque sea con pasos cortos, pero cuando aprendemos a valorar lo pequeño, luego las grandes cosas tienen un significado muy especial, las vemos con otros ojos, con más brillo y mejor color.

Estando fuera recibí un mail con un anuncio muy bonito que me emocionó, me lo mandaba Miri –a quien voy a nombrar colaboradora estrella de Milagros por todas las buenas aportaciones que hace para el blog-. Ciertamente hay gente que te sorprende cuando uno está de reposo, para bien y para mal, yo me quedo con todas las buenas sorpresas que me he llevado en este tiempo y doy gracias a Dios por ellas, porque esos pequeños y grandes detalles son los que a uno le llenan de ánimo para seguir adelante. Quiero compartir el anuncio con todos ustedes. Es sencillo, corto y dice tanto, tanto a la vez.

¡Gracias!



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