jueves, 10 de septiembre de 2009

La democracia, ¿una utopía?


Una de las cosas que he procurado desde un principio en Milagros es evitar caer en el tema de la política porque suele ser por excelencia un motivo de conflicto, donde con frecuencia la objetividad se pierde en manos de la visceralidad que provocan las pasiones internas enraizadas en la historia familiar que todos tenemos detrás.

Pero no me puedo resistir a compartir con ustedes estas pequeñas reflexiones.

Ayer me dijeron en una conversación –un tanto acalorada- que “la democracia plena es una utopía” como afirmación tajante. Y me quedé pensando. Es una pena que sea así y que vivamos en una gran mentira adornada con el conocimiento evidente que además tiene precio. El barril del petróleo es el mejor comprador - bueno quiero decir- quienes tienen la suerte (o la desgracia para otros) de manejar abiertamente el dinero que les da el oro negro.

En fin, lo que pasa es que estoy un poco dolida porque ayer recibí un mail de la Plataforma Democrática de Venezuela en España donde comunicaban que el Gobierno de Zapatero había prohibido la manifestación pacífica que se iba hacer en contra del Sr. Chávez que justamente mañana visita España, se va encontrar con su homólogo y tendrá una audiencia con el Rey.

En un país que en teoría es democrático como este me parece muy triste que prohíban a unos ciudadanos residentes en España manifestarse abiertamente y hacer uso de su libertad de expresión contra algo o en este caso alguien que consideramos que está haciendo un mal uso del poder y del dinero que tiene en sus manos.

En Venezuela se han perdido muchas libertades, se vive en una opresión constante y un control desmedido hacia el grupo opositor, que lamentándolo mucho ha perdido los derechos que tienen el resto de los simpatizantes del Gobierno. Es una dictadura, disfrazada con la cara del famoso “socialismo del siglo XXI”, donde las injusticias están a la orden del día.

La gente intenta anestesiarse para seguir viviendo y los que no han dejado de luchar cada vez están más cercas del agotamiento por ver que la meta está cada vez más lejos y que nadie en el mundo hace nada por ellos.

Soy consciente que todos sin querer queriendo hemos aportado directa o indirectamente nuestro granito de arena en el pasado para que hoy en día exista un personaje como este en el poder. Pero también creo que la lección debería estar más que aprendida, ya van casi 10 años de clases diarias e intensas, suficiente para que las dificultades de aprendizaje que podíamos sufrir algunos venezolanos se hayan superado. Y ya es hora de acabar con los atropellos a los derechos humanos que se viven en Venezuela, para ello es necesaria la unión desinteresada de todos para sacar fuerzas donde no las hay y seguir adelante.

Para esto hacen faltan “líderes”, buenos líderes –con mayúscula-, de esos que no se venden al mejor postor tan fácilmente, de los que se mantienen firmes en sus ideales, que suele ser sólidos y con una base humanista; que sean conciliadores, que se sepan ponerse constantemente en la piel del otro y desde ahí querer ayudar con fuerza, amor y esperanza a sacar al grupo adelante. Que sean capaces de sacar lo mejor de todos, con ganas de construir día a día un mundo mejor.

Pensar, querer y desear esto a día de hoy ¿será una utopía?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida hija, todavía quiero pensar que la democracia no es una utopía, quiero pensar que todavía en Venezuela, después de todo lo que hemos pasado en estos 10 años, podamos recobrar nuestra Democracia, podamos emitir nuestra opinión libremente sin ser catalogado de "fascistas, golpistas, terroristas, pitiyanquis" y para usted de contar; poder ver que a todos los ciudadanos se les da el mismo tratamiento, y no esa barbaridad de "porque tu eres de la oposición vas preso y como tu eres chavista, hagas lo que hagas estas libre", es decir hay ciudadanos de primera y de segunda, a los cuales se les estan violando todos los principios fundamentales de nuestra Constitución. No pierdo la esperanza de que los venezolanos recobren su alegría y desaparezca el odio, que día a día va creciendo entre las personas simpatizantes del Sr.Comandante Presidente Chavez y de los que no comulgan con su proyecto; odio que ha llegado a tal extremo que ha separado padres e hijos, hermanos, parejas, en fin, a separado familias.
Hija, no pierdo las esperanzas, y en esto, Dios nos tiene que ayudar, de que más temprano que tarde volveremos a compartir sin odios pobres y ricos, blancos y negros, chavistas y no chavistas, para poder construir una Venezuela donde todos podamos aportar nuestros conocimientos y experiencia para transformarla en una Patria grande, hermosa, progresista, pero sobretodo libre. Besos. TQM.

Adriana Yépez De Dominicis dijo...

¡Qué grande Mamá! ¡Qué comentario tan bueno! No tengo nada más que añadir, solo unirme a esas oraciones y a la esperanza de ver una Venezuela como la que nos has dibujado, donde se respire una aire de hermandad y la democracia sea una gran verdad para todos. Gracias.
Un beso enorme y buen día.

Anónimo dijo...

Mi querida Herma, pensar en una democracia como tal, como es su concepto verdaderamente creo que es una utopía , siempre van a existir los intereses personales, económicos y con la gran fachada y hasta de manera diplomática decir que es para el bien del pueblo... eso pasa en casi todos los países y de una u otra manera es muy difícil decir que existe democracia o el respeto de los derechos humanos.... El respeto a los derechos humanos, eso si es verdaderamente una Utopía, y es en cualquier parte del mundo donde el bien social para unos es el irrespeto y violación para otros, conseguir ese equilibrio esa balanza es una utopía que espero algún día se haga realidad... el Respeto al pensamiento de cada quien, eso es fundamental cuando consigamos eso por lo menos en Vzla, se lograría mucho, solo con el respeto al pensamiento y opinión libre... Te voy a contar una anécdota que me a pasado en tantas reuniones con ONG de derechos humanos y tantos otros que se dicen llamarse defensores de derechos humanos en una de esas acaloradas discusiones de como lograr que el Estado respete los Derechos Humanos y se demuestre que existe violaciones al debido proceso, en ese momento hice mi pregunta o mas bien fue una comentario " Guaoo te imaginas todo lo que tenemos que trabajar cuando sean ellos los perseguidos y vulnerados sus derechos" por un momento me sentí fuera de lugar, personas me veían como que solo existe el bienestar para un grupo, y el otro??? como hacemos ?? y ante sus risas y burlas les dije que entonces no se hagan llamar defensores de derechos humanos...

Lamentablemente esta es nuestra realidad debemos llevarla y poner nuestro granito de arena para mejorarla...

Un besote grande mi Querida Herma TQM

Adriana Yépez De Dominicis dijo...

¡Qué buena reflexión mi querido hermano! aunque es un poco triste darse cuenta de la realidad. Lo importante es no desanimarse y seguir luchando por esos ideales de bien, unidad, paz, amor y hacer todo lo que este en nuestras manos para dejar el mundo un poco mejor de como lo encontramos.

Gracias por compartir tus ideas con nosotros.

Miles de besos!