El otro día volviendo a Madrid vimos desde la carretera un pueblo llamado Milagros, me sorprendió el nombre y me vino a la mente mi blog, intenté tomar rapidamente una foto y luego me quedé pensando por qué se llamaría así ese pueblo, ¿será en honor a alguna mujer llamada Milagros? o quizá en esa zona ocurrían muchos milagros y era una forma de dar gracias o igual porque al ponerle ese nombre ya sentenciaban al pueblo a que cayeran del cielo más milagros de los habituales, no lo sé, pero me resultó curioso y una bonita coincidencia para compartir con mis lectores.
Hoy es el último día del mes de agosto. La vuelta al cole es inminente y las caras de nostalgia por el fin de las vacaciones no se pueden disimular. Aunque todavía le quedan unos rayitos de sol al verano los escaparates de las tiendas ya están vestidos con ropa de otoño-invierno, lo cual acentúa el clima de melancolía en el ambiente. “Con lo bien que se está en verano…” –se escucha por ahí-. El buen tiempo, los días largos y la gente que vive a otro ritmo, más tranquilidad, paz y derroche de simpatía, hacen que la gente esté más alegre y nadie quiera que se acabe el verano sin sentir que lo ha podido disfrutar realmente, cada quien a su estilo, pero todo el mundo busca estar bien. Y ahora ¿qué pasará?, no se puede dejar perder el buen ánimo y todo lo que hemos cosechado durante este tiempo, hay que ver cómo nos las ingeniamos para mantener los buenos sentimientos que nos han acompañado y no ser presas fáciles de “las prisas y el estrés”, hay que ser firmes en esa batalla.
Espero que todos hayan pasado unas felices vacaciones. Nosotros después de haber empezado con los cuidados y la hospitalidad de mis tiitos de cariño que nos abrieron con tanto amor su casa, terminamos envueltos en la generosidad de mis suegros que nos dejaron la casa de la playa para descansar, desconectar y yo centrarme con más énfasis en mi recuperación, no podíamos pedir más. Hemos disfrutado de paisajes maravillosos, de una paz increíble y yo traigo la buena noticia de que me encuentro muchísimo mejor –¡gracias a Dios!-. He sido muy obediente con todas las recomendaciones de mis médicos, no me he despegado de la piscina para seguir con la natación y con todos los ejercicios que me han mandado, además de las multi vitaminas que estoy tomando, no me quejo nada, el resultado buenísimo porque ya siento la espalda más fuerte, con menos dolor y lo mejor de todo es el buen ánimo que tengo con ganas de hacer muchas cosas, de retomar mi vida normal y comenzar de nuevo el trabajo. ¡Guao! Parece mentira, ya han pasado 8 meses desde el accidente… y no nos cansamos de dar gracias por el milagro.
Justo en estos días mi mamá me contaba que se había vuelto a caer otra avioneta que volvía de los Roques a Caracas con 9 pasajeros, tuvieron que amerizar de emergencia por fallos en el motor después de mucho tiempo de vuelo y con una altura considerable. Gracias a Dios también tuvieron la suerte y el gran milagro de salvarse todos los pasajeros. ¡Alabado sea el Señor!.
¡Ánimo con el inicio del mes de septiembre! y “pidamos el don de la paciencia y la capacidad de ordenarnos poco a poco en lo cotidiano” como nos recomendaba Don José en el sermón del domingo.
¡Ánimo con el inicio del mes de septiembre! y “pidamos el don de la paciencia y la capacidad de ordenarnos poco a poco en lo cotidiano” como nos recomendaba Don José en el sermón del domingo.